viernes, 10 de diciembre de 2010

Crisis Social

En estos momentos de incertidumbre y desgracia debidos a la crisis del sistema neoliberal capitalista que vivimos nos hallamos inmersos en plena lucha por la supervivencia y tratamos por todos los medios de salir adelante.

Las personas más afortunadas tratan de conservar su trabajo al precio de soportar cualquier situación; hacer más horas extra sin límite y sin cobrar, precariedad y riesgos laborales enormes, sueldos bajo mínimos históricos; y encima, la inseguridad permanente de poder ser despedidas en cualquier momento por casi ninguna indemnización a cambio.

Otras tratan de mantenerse como pueden buscando continuamente trabajo en un mundo en donde cada vez hay menos oportunidades y lo hacen cobrando paro, subsidios, ayudas en cantidades y tiempo ínfimos donde escasamente van tirando.

Demasiadas no tienen absolutamente nada y tienen que echar mano de familiares, amistades, asociaciones y entidades solidarias rozando el listón de lo soportable teniendo en esas condiciones, naturalmente, que seguir buscando trabajo.

Luego están aquellas que no tienen nada ni a nadie que les ayude, sobreviviendo increíblemente a pesar de las adversidades sin prácticamente poder salvarse trabajando, ya que su situación anímica y de salud es deplorable.

En consecuencia observamos una situación claramente de alerta social que no sabemos cuando parará, que encima va empeorando continuamente sin solucionarse.

Deberíamos estar hablando, debatiendo, planeando, moviendo, luchando… y, sin embargo, no hacemos absolutamente nada.

Comentamos entre nosotros que hay que aguantar, soportar penosas condiciones laborales, rebajas de sueldos vergonzosas, pensamos que hasta que mejore la situación no hay que protestar ya que no sirve para nada, decimos que no hay que moverse porque sino perderíamos lo poco que tenemos, en definitiva esperamos que alguien nos solucione el problema.

Pobres de nosotros, sabemos perfectamente por experiencia de la vida que lo que no se busca una persona misma no se lo trae nadie. Si algo quieres tienes que ir a por ello. Que lo bueno cuesta sacrificio conseguirlo. Pués entonces…

¿De qué vamos? ¿Somos personas sin inteligencia? ¿Tenemos miedo? ¿No sabemos luchar?


¿Hemos perdido toda esperanza?

Evidentemente una persona es un tesoro de valor incalculable, puede luchar hasta límites infinitos, tiene capacidad ilimitada para conseguir lo imposible.

Lógicamente en el fondo sabemos que hay que hacer para conseguirlo… dar un paso… moverse… unirse… luchar… avanzar… vencer.

Vamos a destrozar lo peor que nos atenaza ahora, ese pasotismo que nos hace estar derrotados antes de empezar.

Comencemos cada persona que formamos este mundo y tratemos entre todas de cambiarlo exclusivamente a mejor.

Unámonos para acabar para siempre con este sistema inhumano y crear otro nuevo en el cual el fin básico sean las personas.

Perdamos ese miedo que nos aterroriza y paraliza cambiándolo por valentía y esperanza en el futuro.

¡Transformemos nuestro mundo para siempre!

Victor José

No hay comentarios:

Publicar un comentario